domingo, 26 de agosto de 2007

LA VERDADERA HISTORIA DE CAPERUCITA ROJA

¡Hola! ¿Quién no ha oído o leído alguna vez el cuento de Caperucita Roja? ¿Os acordáis? Esa historia sobre una niña que es atacada por un lobo que la quería comer...bueno, todos la recordamos, ¿no? Es una historia muy antigua, y hace tiempo que pasó, pero el otro día, hablando con mi abuelo, me dijo que él había conocido al Lobo Feroz:
- ¡QUÉ MIEDO!-le dije a mi abuelito- ¿cómo has podido conocer a un animal tan malo?
En ese momento mi abuelo me dijo:
- Mira cariño, mañana te traeré la historia real de Caperucita Roja, contada por el pobre Lobo.-
Al día siguiente, como me había prometido mi abuelo, me trajo escrito en un papel viejo y arrugado, la siguiente declaración:

"El bosque era mi hogar. Allí vivía y lo cuidaba.

Trataba de mantenerlo ordenado y limpio. De repente un día soleado, mientras estaba limpiando la basura que habían dejado unos paseantes, escuché pasos. Brinqué detrás de un árbol y vi a una niñita que venía por el camino con una canasta. Sospeché enseguida de la niñita, porque se vestía de una manera chistosa: toda de rojo y con la cabeza cubierta, como si no quisiera que la gente supiera quién era.
Naturalmente la detuve para saber quién era y también le pregunté que a dónde iba, de dónde venía y todo lo demás.

Me cantó y me bailó que iba a ver a su abuelita, y que en la canasta llevaba el almuerzo.
Parecía una persona honesta, pero estaba en mi bosque y de verdad lucía sospechosa con ese atuendo. Así que decidí demostrarle lo grave que puede ser atravesar el bosque sola, sin anunciarse y vestida de esa manera.


La dejé que siguiera su camino, pero me le adelanté a la casa de su abuela. Cuando vi a esa simpática ancianita le expliqué mi problema y ella estuvo de acuerdo en que su nieta necesitaba aprender una lección. La viejecita accedió a esconderse hasta que yo la llamara.
De hecho se metió abajo de la cama.
Cuando llegó la niñita, la invité al cuarto en el que yo me encontraba en la cama, vestido como su abuelita. La niña entró y dijo algo horrible sobre mis GRANDES OREJAS. He sido insultado antes, así que traté de sugerirle que mis grandes orejas me permitirían escucharla mejor. Lo que yo quería decirle es que yo la quería y que deseaba prestarle más atención a lo que ella me decía.
Pero ella hizo otro comentario insultante sobre MIS OJOS SALTONES. Se pueden imaginar cómo empezaba a sentirme con esta niña que parecía tan mona, pero aparentemente era una mala persona.

De todas formas yo mantengo la política de poner la otra mejilla, asÍ que le respondí que mis ojotes me ayudaban a verla mejor.

Su siguiente insulto realmente me sacó de mis casillas. Tengo este problema de los dientes grandes. Y la niñita hizo una broma insultante sobre ellos. Sé que debí haber tenido mayor control, pero salté de la cama y le grité que mis dientes servirían para comérmela mejor.
En realidad, ningún lobo se comería a una niñita, todo el mundo lo sabe, pero esa niña loquita empezó a correr por toda la casa y a gritar. Yo la perseguía para calmarla. Ya me había quitado las ropas de la abuela, pero eso sólo pareció empeorar las cosas. De repente se abrió la puerta y un leñador altísimo entró con su hacha. Lo vi y me di cuenta de que estaba en problemas. Había una ventana abierta tras de mí. Brinqué y salí corriendo.
Me gustaría decir que allí terminó la historia
pero la abuela nunca contó mi parte de la historia. Rápidamente corrió el rumor de que yo era un tipo egoísta y malo. Todo el mundo empezó a evitarme. No sé qué pasó con la niñita de rojo, pero yo no fui feliz para siempre."

Por lo menos el lobo pudo contar su historia. Mucha gente nunca lo puede hacer. Pensad en los millones de personas en todo el mundo que no pueden escribir o leer, o tienen miedo o son perseguidos...Pero ellos también tienen derechos, o deberían tenerlos. ¿Qué podemos hacer por ellos? ¿Cómo podemos ponernos en la situación de otras personas y sentir lo que sienten para comprender mejor sus necesidades?
Es importante que nos paremos SIEMPRE a pensar la otra cara de lo que nos cuentan...no siempre las cosas son como se nos dicen. El lobo era un animal bueno, que quería enseñarle a caperucita que no se puede ir sola por la calle cuando es pequeña porque puede perderse y, sin embargo, ¿qué es lo que nos ha quedado a todos? Una falsa versión de la historia. Nos faltaba la visión del pobre Lobo que ha tenido que sufrir toda la vida la persecución de los cazadores que querían matarle porque le creían malo...Debemos tener mucho cuidado de no caer en la trampa de aquellos que han querido que el lobo pareciese malo, tenemos que tener un pensamiento propio y saber muy bien cómo han sucedido unos hechos antes de juzgar a las personas o los animales.

1 comentario:

andresio dijo...

oye me parecio muy buieno lo de qe cada persona cuente su historia por su derecho a hablar lo qe pinsa